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miércoles, 15 de febrero de 2012

LAS CENIZAS NO SON SIEMPRE EL FINAL

Cuando nos quejamos de lo mal que están las cosas a nuestro alrededor, no pensamos en que puede haber también algo mal en nosotros o que podríamos hacer algo para mejorarlo. La Cuaresma es el tiempo en que reflexionamos para ver lo que hay mal y dejarle a Dios, que nos conoce bien, que lo arregle, ya que nosotros, por lo que vemos, no sabemos hacerlo solos. Dios quiere acercarse a ti y darte un abrazo de Padre. ¿Se lo vas a negar? Prepárate para el acontecimiento más grande, la PASCUA.
Fuente: Álvaro Magen

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